El lunes 21 de marzo se celebra el Día Mundial de la Poesía. Aunque nuestro blog ya tiene una entrada permanente y móvil en la parte derecha, que hemos dado en llamar "Poesía, una cada día"; creemos que puede ser interesante que cada uno cuelgue, a través de los comentarios, la poesía propia, o de un autor, que le guste especialmente.
Que no sean excesivamente largas. Podéis escribir un trozo de ella.
Sólo eso, a modo de regalo. Un regalo del que podemos todos favorecernos leyendo los comentarios de esta entrada.
Lo único que tienes que hacer es escribirla en un comentario y publicar.
¡Anímate y regala la tuya!
Que no sean excesivamente largas. Podéis escribir un trozo de ella.
Sólo eso, a modo de regalo. Un regalo del que podemos todos favorecernos leyendo los comentarios de esta entrada.
Lo único que tienes que hacer es escribirla en un comentario y publicar.
¡Anímate y regala la tuya!
Acabo de entrar en el blog y me parece una idea estupenda. Yo os regalo esta:
ResponderEliminar"Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también
un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
había una vez
cuando yo soñaba
un mundo al revés".
El lobito bueno
José Agustín Goytisolo
Mi regalo es:
ResponderEliminarA un olmo seco
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con la lluvia de abril y el sol de mayo,
algunas hojas verdes le han salido.
(...)
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
Antonio Machado
Los niños y niñas de mi clase y yo hemos elegido esta poesía para regalárosla con mucho cariño:
ResponderEliminarA DORMIR QUE LLUEVE YA
¡Pollitos y gallinas:
que se vayan a acostar,
que llueve por el monte,
que llueve por el mar!
Ya está lloviendo
y las nubes corriendo,
y la luna en camisa
¡Ay que risa, tía Luisa!
Gloria Fuertes
I3A y Carmen
Os regalo esta poesía de Luis Chamizo. Aunque es un poco larga merece la pena leerla entera.
ResponderEliminarEs una poesía bellísima escrita en castúo y que se recoge en el libro "El miajón de los castúos".
"La nacencia"
Bruñó los recios nubarrones pardos
la lus del sol que s´agachó en un cerro,
y las artas cogollas de los árboles
d´un coló de naranjas se tiñeron.
A bocanás el aire nos traía
los ruídos d´alla lejos
y el toque d´oración de las campanas
de l´iglesia del pueblo.
Ibamos dambos juntos, en la burra,
por el camino nuevo,
mi mujé mu malita,
suspirando y gimiendo.
(...)
Los grillos y las ranas
cantaban a lo lejos,
y cantaban tamién los colorines
sobre las jaras y los brezos,
y roändo, roändo, de las sierras
llegaba el dolondón de los cencerros.
(...)
- No pué ser más- me ijo- vaite, vaite
con la burra pal pueblo,
y güervete de prisa con l´agüela,
la comadre o el méico -.
Y bajó de la burra poco a poco,
s´arrellenó en el suelo,
juntó las manos y miró p´arriba,
pa los bruñíos nubarrones recios.
¡Dirme, dejagla sola,
dejagla yo a ella sola com´un perro,
en metá de la jesa,
una legua del pueblo...
eso no!
(...)
¡No tengo juerzas pa dejagla sola;
pero yo de qué sirvo si me queo!
(...)
Me juí junt´a mi Juana,
me jinqué de roillas en el suelo,
jice por recordá las oraciones
que m´enseñaron cuando nuevo.
No tenía pacencia
p´hacé memoria de los rezos...
¡Quién podrá socorregla si me voy!
¡Quién va po la comadre si me queo!
(...)
No cantaban las ranas,
los grillos no cantaban a lo lejos,
las bocanás del aire s´aplacaron,
s´asomaron la luna y el lucero,
no llegaba, rondo, de las sierras
el dolondón de los cencerros...
¡Daba tanta quietú mucha congoja!
¡Daba yo no sé qué tanto silencio!
M´arrimé más pa ella;
l´abrasaba el aliento,
le temblaban las manos,
tiritaba su cuerpo...
y a la luz de la luna eran sus ojos
más grandes y más negros.
Yo sentí que los míos chorreaban
lagrimones de fuego.
Uno cayó roändo,
y, prendío d´un pelo,
en metá de su frente
se queó reluciendo.
¡Que bonita y que güena,
quién pudiera sé méico!
Señó, tú que lo sabes
lo mucho que la quiero.
Tú que sabes qu´estamos bien casaos,
Señó, tú qu´eres güeno;
tú que jaces que broten las simientes
qu´echamos en el suelo;
tú que jaces que granen las espigas,
cuando llega su tiempo;
tú que jaces que paran las ovejas,
sin comadres, ni méicos...
¿por qué, Señó, se va morí mi Juana,
con lo que yo la quiero,
siendo yo tan honrao
y siendo tú tan güeno?...
¡Ay! qué noche más larga
de tanto sufrimiento;
¡qué cosas pasarían
que decilas no pueo!
Jizo Dios un milagro;
¡no podía por menos!
II
Toito lleno de tierra
le levanté del suelo,
le miré mu despacio, mu despacio,
con una miaja de respeto.
Era un hijo, ¡mi hijo!,
hijo dambos, hijo nuestro...
Ella me le pedía
con los brazos abiertos,
¡Qué bonita qu´estaba
llorando y sonriyendo!
Venía clareando;
s´oïan a lo lejos
las risotás de los pastores
y el dolondón de los cencerros.
Besé a la madre y le quité mi hijo;
salí con él corriendo,
y en un regacho d´agua clara
le lavé tó su cuerpo.
Me sentí más honrao,
más cristiano, más güeno,
bautizando a mi hijo como el cura
bautiza los muchachos en el pueblo.
Tié que ser campusino,
tié que ser de los nuestros,
que por algo nació baj´una encina
del camino nuevo.
Icen que la nacencia es una cosa
que miran los señores en el pueblo;
pos pa mí que mi hijo
la tié mejor que ellos,
que Dios jizo en presona con mi Juana
de comadre y de méico.
Asina que nació besó la tierra,
que, agraecía, se pegó a su cuerpo;
y jue la mesma luna
quien le pagó aquel beso...
¡Qué saben d´estas cosas
los señores aquellos!
Dos salimos del chozo,
tres golvimos al pueblo.
Jizo dios un milagro en el camino:
¡no podía por menos!
Otra poesía muy divertida y un consejo: "No os parezcais nunca a esta Bella Durmiente".
ResponderEliminarSu autor Reinaldo Jiménez Morales
LA BELLA DURMIENTE
(INSOMNIO)
Ya estaba dormida
la Bella Durmiente.
Ya estaba dormida
pero de repente:
- Papá, trae más ropa,
que no estoy caliente.
El rey la ha arropado
dulce, dulcemente.
Se ha vuelto a dormir
la Bella Durmiente.
Y ha pasado un rato,
pero de repente:
- Cerrad la ventana,
que hay mucha corriente.
Y acude la reina
diligentemente
para que se duerma
la Bella Durmiente.
Y ha pasado un rato,
pero de repente:
- Quitadme una mosca
que tengo en la frente.
Y a espantarla fueron
muy rápidamente
para que durmiera
la Bella Durmiente.
Y ha pasado un rato,
pero de repente:
- Cantadme una nana,
traed caldo caliente.
Cantando y con caldo
fue el mejor sirviente
a ver si dormía
la Bella Durmiente.
Y ha pasado un rato,
pero de repente:
- Traedme ovejitas
para que las cuente.
Y de todo el reino
muy pacientemente
llegaron rebaños
hasta la durmiente.
Casi se dormía,
pero de repente,
otra vez se oyó
la Bella Durmiente:
- ¿Cuánto está tardando
el Príncipe Valiente?
Entonces un hada
le habló a la durmiente:
- Como no dormías,
niña repelente,
se cambió de cuento
el Príncipe Valiente.
Soy Simo y os quiero regalar esta poesía
ResponderEliminarEL MAR
Ya llegó el verano,
me voy a bañar,
me tiro en el agua
y me pongo a nadar.
¡Qué grande, qué grande
es, madre, la mar!
Las olas que vienen
me empujan sin más.
Yo bebo su agua
que me sabe a sal.
Yo me rio mucho,
nado más y más.
Os dejo esta bonita poesía para que la leais y la disfrutéis:
ResponderEliminarCANCIÓN DE CUNA
DE LAS FLORES.
¡Sábanas del viento,
las flores cubrid,
que la tarde cierra
su puerta de añil,
y la noche se viste
negro levitín!
Callad,campanillas;
jazmines dormid.
La cuna del mundo
se siente crujir,
¡manos de las horas,
no paréis,seguid,
que las madreselvas
se quieren dormir!
Callad,campanillas;
jazmines,dormid.
Mariposas negras
del sueño,venid;
párpados sonoros,
no os queráis abrir,
que vendrá la oruga
con cesto y candil.
Callad,campanillas;
jazmines,dormid.
RAFAEL OLIVARES FIGUEROA
Guao recuerdo de mi libro encantado
EliminarOs dejo esta poesía que trata de un minúsculo animal...
ResponderEliminarA ver si lo descubrís.
En mi casa
hay un rincón,
con mil hilos
lo han tejido
y con mucho corazón.
Lo tejió
una costurera,
artesana de la trampa
y con buen hilo de seda.
Lo cosía por las noches,
por la tarde de primavera
le bordaba los circulitos
y figuras geométricas.
Le tejía con sus patas,
fantasmitas con sus telas,
sube y baja en ascensor
y no usa la escalera.
En mi casa hay un rincón,
lo han tejido con paciencia,
lo han cosido con amor,
lo tejió una costurera
que era dama y cazador.
SALVADOR DE TOLEDO
Aquí os dejo esta poesía.
ResponderEliminarRonda del sapo y la rana.
¡A la ronda ronda
debajo del agua!
¡A la ronda ronda
qué bien que se baila
en el casamiento
del sapo y la rana!
¡Tan! ¡Tin! ¡Tan!
suenan las campanas
¡Tan! ¡Tin! ¡Tan!
debajo del agua.
¡A la ronda ronda
qué bien que se baila!
Os dejo esta poesía de la palmera Palmira:
ResponderEliminarLA PALMERA PALMIRA
La palmera Palmira,
desde las puntas de sus ramas,
ve y no mira.
Palmira, la palmera,
nació cerca del mar,
en la ribera.
Palmira, la palmera,
se pasa haciendo el bien
la vida entera.
Cuando hace viento,
Palmira, la palmera,
baila de contento.
La palmera ama
y acaricia a los niños
con su rama.
Cuando llueve,
canta la tabla del nueve.
Cuando hace sol,
la palmera da sombra
a su alrededor.
Cuando da sombra
a los niños hermosos,
también les regala
dátiles sabrosos.
A la palmera Palmira,
que todo lo da,
todos los pintores
la quieren pintar.
GLORIA FUERTE
Hola chicos/as.
ResponderEliminarOs quiero mostrar esta hermosa poesía:
CUATRO ESTACIONES
Si vienes por el invierno,
si tiritas por el frío,
si comes masa endulzada
de la que hace mi tío,
yema, moca y almirez,
sabrás del sabor a nuez.
Si vienes por primavera,
si el mirlo canta en su rama,
si huele la flor que el viento
balancea en la mañana,
azahar, rosa y romero,
sabrás del sabor que quiero.
Si vienes por el verano,
si se ha secado tu boca,
si te tomas todo el jugo
de la fruta más sabrosa,
crema y postre azucarado,
sabrás del sabor a helado.
Si vienes por el otoño,
si te levantas temprano,
si respiras por las calles
el mosto que vas pisando,
uva, vino y moscatel,
sabrás del sabor a miel.
RAFAEL CRUZ-CONTARINI
Hola a todos, soy Carlos Peguero Nieto, de sexto C. Os voy a contar la poesía que hicimos para el día que vino Carmen Gil, la autora de las locas aventuras de un caballero y su juglar. Os lo dejo a continuación y espero que os guste.
ResponderEliminarEl príncipe Bonifacio
vivía en un gran palacio.
Tenía un simpático juglar
que no paraba de cantar.
Recorrían todo el reino
con canciones con ingenio.
Entonces vió una princesa,
con un vestido color turquesa.
Era de tal belleza,
que destacaba entre la maleza.
El príncipe se enamoró de ella,
no había mujer más bella.
Entonces Bonifacio
vuelve a palacio
Ve a la dama del palanquín,
aquella que le hace tilín.
Para su amor conquistar,
varias hazañas tendría que realizar.
A un dragón engañó
y su tesoro consiguió.
Tres cabezas tenía,
todo el mundo le temía.
Bonifacio, con inteligenica,
no tuvo que pedir clemencia.
A una princesa llamada Blancaflor,
que tenía aire cantor;
tuvo que rescatar
de una bruja loca de atar.
Un principe convertido en sapo,
cuando una bruja le dio un sopapo;
convirtio de nuevo en humano,
con un simple gesto de mano.
A un caballero venció,
con chistes que le contó.
Este una cacarjada soltó
y de su silla cayó.
Udolfo, el juglar,
ya se iba a cansar;
pero ya habían terminado
y ni siquiera habían descansado.
Bonifacio estuvo alerta,
y vió a Rigoberta.
Esta no se quería casar,
la vida de un juglar quería disfrutar.
Y aquí os acabo de contar
LAS LOCAS AVENTURAS DE UN CABALLERO Y SU JUGLAR.
Os dejo esta poesía del mes de abril:
ResponderEliminarABRIL FLORECE
Abril florecía
frente a mi ventana
y una niña rubia
en bajo cantaba.
Cantaba a las rosas
risueña, cercana,
y estas le decian
que no se marchara.
Canciones floridas
de una voz rosada
cubrían de aroma
la tarde callada.
Las rosas reían.
La niña cantaba.
El sol se escondía.
La bruma marchaba.
Tarde de alegría.
Tarde enamorada
en la que una niña
cantaba y cantaba.
Abril florecía
frente a mi ventana
y en el cielo limpio
la luna soñaba.
ANTONIO MACHADO
Hola, os presento una poesía que habla de los olores de la Semana Santa:
ResponderEliminarOLORES DE
SEMANA SANTA
Nazareno huele a heno.
Macarena a hierbabuena.
Un monaguillo, a tomillo.
El Cristo de los Faroles,
a jabón de girasoles.
El campanero, a romero.
Un centurión, a carbón.
Otro a potro.
Las beatas, a patatas.
Los curas, a confituras.
El civil, a perejil.
Los sacristanes, a panes…
Y algunos santos del cielo,
A membrillo y a pomelo.
Os dejo esta poesía de ROSALÍA DE CASTRO, que habla de lo que dejamos cuando de la tierra propia salimos. Última estrofa en gallego, coincidente con la primera. La poesía es bastante más larga.
ResponderEliminarAdiós ríos; adiós, fuentes;
adiós, regatos pequeños;
adiós, visión de mis ojos:
no sé cuándo nos veremos.
Tierra mía, tierra mía,
tierra donde me crié;
huertecita que amo tanto,
higueritas que planté,
prados, ríos, arboledas,
pinares que mueve el viento,
pajarillos piadores,
casita de mi contento,
moritas de los zarzales
que yo le daba a mi amor,
caminos entre maizales,
¡Adiós, para siempre adiós!
¡Adiós, gloria! ¡Adiós contento!
¡Dejo casa en que nací
y la aldea que conozco
por un mundo que no vi!
...
Adiós, ríos; adiós, fontes;
adiós, regatos pequenos,
adiós, vista dos meus ollos;
non sei cándo nos veremos.
Yo también os regalo esta poesía.
ResponderEliminarMi loro verde, verde
mi loro hablador,
sin ir a la escuela
sabe la lección.
En el verde,verde
y en verde,azul,
mi loro me dice:
a e i o u.
El nene dice amén
ResponderEliminara lo que el padre ofrece.
Amén al viejo vino.
y al agua de la fuente,
amén al pan de trigo
y al plato de los peces.
Amén a la ensalada
y al postre de los viernes,
amén a la guayaba,
amén dice mi nene
Hola os dejo esta poesía:
ResponderEliminarEl zooilógico.
Mechero gigante,
guardían de tesoros,
amigos de brujas
de magos y ogros.
Guardían de princesas
que lloran por todo,
guardían de la puerta
de ochenta cerrojos.
Guardían de castillos,
guardían de un rey loco,
guardían de la Torre
de imaginalotodo.
(De dientas su blusa
con filo de encajes,
de flecha de indio
la cola del traje)
Os regalo esta poesía escrita por José González Torices.
ResponderEliminarEl Tiempo
A la una, viento.
A las dos, calor.
A las tres, la nieve.
A las cuatro, sol.
A las cinco, lluvia, lluvia a mogollón.
A las seis, la niebla,que me lo sé yo.
A las siete truenos.
A las ocho, ay madre, cae el chaparrón.
A las nueves justas, lo dice el reloj, que llueva
o que escape, que haga frío o no, todos a la cama.
!Viva el dormilón¡
Hola ,chicos espero que os guste este poema.
ResponderEliminarCINCO AMIGITOS:
Cinco amigitos
tiene mimano
uno es muy gordo,
otro es muy flaco,
otro es muy fuerte
otro, mediano,
otro, chiquito
Ninguno es malo.
Se acuestan juntos
sobre mi brazo.
Trabajan juntos
para su amo.
Los cinco junttos
siempre ayudando.
Me lavan, visten...
Ninguno es vago.
Cinco amiguitos
tiene mi mano:
mis cinco dedos
te han saludado.
-¡Hola! ¿ Que tal?
Dame un abrazo.
Hola chicos os dejo este poema:
ResponderEliminarGALLO
Cantante de plumas
de canto temprano,
el rey de la Cresta
de ki-kiricando.
Señor de espolones
no lleva caballo,
despierta a sus siervos...
kikí-kiricando.
marques de la granja,
reloj es su canto,
conquista a su amada...
kikí-kiricando.
Hola, soy Jose Maria y os voy a dejar con esta fantástica poesía, espero que os guste:
ResponderEliminarSI VES UN MONTE DE ESPUMAS
Si ves un monte de espumas
es mi verso lo que ves:
mi verso es un monte, y es
un abanico de plumas.
Mi verso es como un puñal
que por el puño echa flor:
mi verso es un surtido que
da un agua de coral.
Mi verso es de un verde claro
y de un carmín encendido:
mi verso es un ciervo herido
que busca en el monte amparo.
Mi verso al valiente agrada:
mi verso, breve y sincero,
es del vigor del acero
con que se funde la espada.
AUTOR: Jose Martí.
Me parece estupenda la idea de poner en contacto a los niños con los poemas, despertarán la sensibilidad que todos tenemos y descubrirán que los textos además de ideas tienen ritmo y musicalidad. ¡ Ánimo, jugar con versos es divertido.
ResponderEliminarDomingo